Siempre que paso por el barrio del Raval me compro uno de estos crepes, los caliento un poco en la sartén y les añado miel, me encantan. Cual ha sido mi sorpresa al ver puestos ambulantes en las calles de Chefchaoun donde los hacen al momento. Recién hechos son una maravilla, super crujientes!
Y para acompañar un te verde con menta o un zumo de naranja recién exprimido. Deliciosa despedida de este pueblo de cuento.
Es algo pendiente, un viaje a Marruecos. Ruth gracias por tus fotos y moments descritos.
ResponderEliminar