Por fin la muy esperada visita al huerto de Carlos, comimos sin finuras ni pijerias, nada de barbacoas de carbón y platos de sabores delicados, lo que pasó el domingo fue una parillada de las de toda la vida, un ritual.
Se empezó poniendo un toldo para protegernos del sol, después hubo que preparar el fuego, una hoguera en el suelo, y empezamos con el aperitivo, olivas, butifarra blanca y de huevo, salmón y arenque ahumados. Para que no se diga un poco de trabajo en el huerto y a comer, como exige el guión en estas ocasiones solo carne porcina, secreto ibérico, butifarras negras, panceta, churrasco, entre medio un poco de calabacín para Fede que se nos ha vuelto vegetariano, para combatir el calor sidra asturiana, Xibecas, Vichys, y vino tinto a discreción, de postre una sandía que manteníamos fresca en un barreño con agua y hielo, no podía faltar el termo de café y los postres del Samu.
Y allí estuvimos hasta el anochecer ....
Que capacidad tiene este hombre de hacerme feliz!!!! Para muesta ver: "Aperitivo de Domingo con Bestue"
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