Mas sencillo imposible: Laminar el calabacín, dejarlo con sal unos 30 min., secar el agua que suelte y mezcarlo todo con la cantidad que mas te guste de rúcula y parmesano reggiano. Para el aliño, y teniendo en cuenta que todos los ingredientes son de fuerte sabor, bastó con un poco flor de sal y pimienta negra recién molida, además de aceite de oliva virgen. Nos sorprendió lo crujiente que estaba el calabacín crudo, por supuesto de cultivo ecológico.
Gracias una vez mas a Nía de Everywhere I go, que me mostró la web de recetas http://www.foodily.com/, donde puedes consultar y guardar cientos de recetas, además de publicar las tuyas.
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